El tracking es una técnica de intervención recomendada por la Organización Mundial de la Salud, que se ofrece a una persona en crisis. Tiene el objetivo principal de ofrecer contención y fomentar la esperanza, disminuyendo el nivel de angustia a través de habilidades de comunicación y escucha, basándose en principios de empatía y respeto.
Lograr una comunicación eficaz permite al interventor o profesional de la salud, prestar una asistencia de buena calidad a adultos, adolescentes o niños, sin importar la situación o dificultad que estén atravesando.
El tracking busca, mediante una comunicación asertiva, cumplir con los siguientes objetivos:
Profesionales de la salud mental tales como médicos de atención primaria, médicos psiquiatras, psicoterapeutas, trabajadores sociales, enfermeros, docentes, interventores en crisis y público interesado.